Identificar a tiempo los signos de infección en una herida es crucial para prevenir complicaciones y asegurar una curación adecuada. A través de este artículo, proporcionado por AsesoHeridas, exploraremos los indicadores clave que debes monitorear para determinar si tu herida necesita atención médica especializada.

1. Enrojecimiento e Inflamación

Uno de los primeros signos de infección es un aumento en el enrojecimiento e inflamación alrededor de la herida. Aunque es normal cierto grado de enrojecimiento inmediatamente después de la lesión, si este persiste o se extiende más allá de los bordes de la herida con el pasar de los días, puede indicar una infección.

2. Calor en la Zona Afectada

Una herida infectada a menudo se siente caliente al tacto. Esto se debe a la respuesta inflamatoria del cuerpo ante la infección, aumentando el flujo sanguíneo hacia el área afectada para combatir los microorganismos invasores.

3. Dolor Incrementado

Si el dolor de la herida se intensifica en lugar de disminuir con el tiempo, podría ser señal de una infección. El dolor que empeora después de los primeros días de haberse producido la herida requiere evaluación médica.

4. Supuración o Mal Olor

La presencia de pus o un líquido turbio saliendo de la herida indica que el cuerpo está luchando contra la infección. Un cambio en el color del exudado o un olor fétido son claras señales de que la herida podría estar infectada.

5. Fiebre y Malestar General

Aunque la fiebre y el malestar general son síntomas que pueden aparecer con cualquier infección en el cuerpo, cuando se presentan en conjunto con alguna de las señales previamente mencionadas, aumenta la posibilidad de que la herida esté infectada.

 

Cuando se detectan signos de infección en una herida, es crucial consultar a un médico para una evaluación detallada y determinar el tratamiento adecuado. Además del uso de antibióticos, que son fundamentales para combatir las infecciones bacterianas, existen otros tratamientos posibles dependiendo de la gravedad y tipo de infección. Entre estos se encuentran la limpieza médica de la herida, para eliminar tejido infectado o muerto, el uso de apósitos especiales que promueven la curación y, en algunos casos, la intervención quirúrgica para drenar abscesos o eliminar tejido severamente infectado.

Recuerda, una atención temprana y adecuada es esencial para evitar complicaciones y asegurar una recuperación efectiva. Contáctanos para saber más sobre cómo podemos ayudarte a cuidar de tu salud.

Este artículo fue escrito por María José Andrighetti, enfermera especialista en curación de heridas, quien destaca la importancia de un enfoque integral y personalizado en el cuidado de las heridas.