Las úlceras venosas, también conocidas como úlceras de estasis venosa, son heridas crónicas que ocurren principalmente en las piernas y se desarrollan debido a un funcionamiento deficiente del sistema venoso. Esta condición representa uno de los tipos más comunes de ulceración en las extremidades inferiores y supone un desafío significativo tanto para los pacientes como para los profesionales de la salud. Entender por qué estas úlceras son difíciles de curar requiere una mirada profunda a sus causas subyacentes y a los factores que complican su tratamiento.

Insuficiencia Venosa Crónica

La causa principal de las úlceras venosas es la insuficiencia venosa crónica, una condición en la que las venas tienen problemas para enviar la sangre de regreso al corazón desde las extremidades. Esto se debe, en gran medida, al mal funcionamiento de las válvulas venosas que impiden el retorno adecuado de la sangre, provocando su acumulación en las piernas y aumentando la presión venosa. La presión elevada y sostenida daña la piel y los tejidos subyacentes, llevando eventualmente a la ulceración.

Factores que Complican la Curación

  • Inflamación Crónica: La insuficiencia venosa crónica conduce a una inflamación persistente en las piernas, lo que puede dañar aún más el tejido y complicar el proceso de curación.
  • Infecciones: Las úlceras venosas están expuestas a bacterias, lo que aumenta el riesgo de infecciones y puede retrasar significativamente la cicatrización.
  • Edema: La acumulación de líquido en las piernas (edema) es común en personas con insuficiencia venosa, dificultando aún más la curación de las úlceras.
  • Comorbilidades: Los pacientes con úlceras venosas a menudo tienen otras condiciones de salud como diabetes y obesidad, que pueden afectar negativamente la cicatrización de heridas.

Estrategias de Tratamiento

Dado que las úlceras venosas son difíciles de curar, un enfoque multidisciplinario para el tratamiento es fundamental. Este enfoque puede incluir:

  • Compresión: El uso de vendajes o medias de compresión ayuda a mejorar el flujo sanguíneo y reduce la presión venosa, siendo uno de los pilares en el tratamiento de las úlceras venosas.
  • Cuidado de la Herida: Mantener la úlcera limpia y protegida es crucial para prevenir infecciones y promover la curación.
  • Control del Edema: La elevación de las piernas y la reducción del consumo de sal pueden ayudar a controlar el edema asociado con la insuficiencia venosa.
  • Tratamiento de la Inflamación e Infección: Pueden utilizarse medicamentos antiinflamatorios y antibióticos para tratar la inflamación y las infecciones.

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Este artículo fue escrito por María José Andrighetti, enfermera especialista en curación de heridas, quien destaca la importancia de un manejo integral y personalizado para enfrentar el desafío que representan las úlceras venosas.